martes, 27 de abril de 2010

SELECTIVIDAD

Este es el enlace a la nueva página de la Universitat d'Alacant sobre la selectivitad. En ella puedes encontrar información actualizada y otra que se irá colgando en el momento oportuno, como la relativa al proceso de reclamación y revisión de notas.

También puedes encontrar el nuevo modelo de examen por asignaturas (definitivo) y los criterios de corrección y calificación.

Por lo que respecta al examen de Geografía no hay ninguna novedad respecto a los modelos de años anteriores ni con los que venimos trabajando a lo largo del curso.

viernes, 23 de abril de 2010

LA HUELLA HÍDRICA


Cuenta el escritor y catedrático de economía Jose Luis Sampedro que en sus tiempos de estudiante en la facultad (hacia 1940) se afirmaba que en la Tierra existen ciertos recursos, como el aire, el agua o el petróleo, que por su abundancia e inagotabilidad no requieren en su aprovechamiento de los esfuerzos de la ciencia económica.

25 años más tarde, la Crisis del Petróleo de 1973 puso de manifiesto lo desacertado de esta afirmación para el caso del petróleo.

Comprender que el agua es un bien escaso en nuestro Planeta Azul ha costado un poco más.

Publicado por TUTE en La Nación

Sin embargo, algunos expertos auguran que, al igual que el petróleo, que de forma más o menos soterrada está detrás de algunos de los conflictos bélicos actuales, uno de los factores de futuros e hipotéticos conflictos internacionales será la disponibilidad y acceso a los recursos hídricos.

Sin ir muy lejos, el agua es en nuestro país objeto de una creciente confrontación política y territorial. Especialmente en lo que se refiere a los trasvases entre cuencas.

Manifestación en Murcia en defensa del trasvase Tajo-Segura. 
Foto:  que.es
Llamamiento de la CNT contra el derogado trasvase del Ebro.  

Pero, ni los consumidores ni los productores, generalmente, somos conscientes de nuestro consumo real de agua ni del impacto que nuestras actividades económicas y nuestras formas de vida provocan sobre los recursos hídricos.

¿Cuánta agua es necesaria para prepararnos una taza de café?

Evidentemente, en nuestra casa, serán suficientes unos 100 ml de agua, que es nuestro consumo directo. A ellos habría que añadir el consumo indirecto o agua virtual. Es decir, el agua consumida en la producción del café que utilizamos, con independencia de que este consumo se haya generado en Colombia o en Etiopia.

El agua necesaria para una taza de café es aproximadamente de 140 litros, casi en su totalidad consumidos en la producción y comercialización del café.

Y es que el agua que gastamos no es solamente la que empleamos para ducharnos, preparar los alimentos o beber directamente, ya que todo lo que consumimos (bienes, productos, servicios) requiere de agua para su producción.

Para medir el impacto en las reservas de agua mundiales de nuestro consumo, en el año 2002, el profesor de la Universidad de Twente (Países Bajos), Arjen Y. Hoekstra, propuso el indicador de "huella hídrica", que mide el volumen de agua necesaria para la producción de los productos y servicios consumidos por los habitantes de un país (o actividad económica, o persona).

La huella hídrica es, pues, un indicador que incluye el uso directo e indirecto de agua por un consumidor o productor. Se mide en volumen de agua consumida (o evaporada) y/o contaminada.

Seún su autor: "El interés por la huella hídrica se origina en el reconocimiento de que los impactos humanos en los sistemas hídricos pueden estar relacionados, en ultima instancia, al consumo humano y que temas como la escasez o contaminación del agua pueden ser mejor entendidos y gestionados considerando la producción y cadenas de distribución en su totalidad”.

Cifras como las siguientes pueden, efectivamente, hacernos entender mejor nuestra verdadera huella hídrica:
  • Una manzana = 70 litros  
  • Un huevo = 135 litros
  • Un vaso de leche = 200 litros
  • Un filete de ternera (200 g.)= 3.200 litros
  • Una hoja de papel A4 = 10 litros
  • Una camiseta de algodón = 2.100 litros
  • Un par de zapatos de piel = 8.000 litros
  • Un coche = 250.000 litros
Lógicamente, estos valores, que pueden ser muy ilustrativos para el consumidor, deben ser tomados con cautela. La huella hídrica real de un producto depende de dónde y cuándo se produzca, de si se utiliza agua de lluvia o agua de riego.

Ello abre también nuevas posibilidades al comercio mundial. Como afirma Maite Aldaya, investigadora de la Universidad de Twente, en respuesta al periodista Clemente Álvarez: “El comercio internacional puede ser una forma de redistribuir el agua y de conseguir ahorros de este recurso”, favoreciendo la exportación de productos "caros en agua" (water-expensive products) en los países con excedentes importantes, y animando a su importación en los países que padecen estrés hídrico, como es el caso de España.

Claro que, para ello, habría que tener en cuenta también otros costos mediambientales, como la huella de CO2 generada en el transporte de esos productos.


Courtesy TerritorioScuola


Para saber más sobre el agua en general o profundizar en los conceptos de huella hídrica y agua virtual puedes enlazar con: AQUAPEDIA

    miércoles, 21 de abril de 2010

    LA HUELLA ECOLÓGICA

    "No todos los seres vivos necesitan la misma cantidad de recursos naturales para vivir", se afirma en la imagen. Habría que añadir: "ni generan los mismos residuos"

    Tradicionalmente los indicadores de desarrollo (índices de producción, PIB, Renta Nacional...) sólo han tenido en cuenta la producción de bienes y servicios o la generación de riqueza de las diversas actividades económicas, como si éstos no tuviesen unos costos ambientales o si los recursos naturales de los que se obtienen o se consumen en su producción fuesen ilimitados. 

    Las recientes aportaciones provenientes de los criterios de sostenibilidad y desarrollo sostenible han introducido nuevos indicadores como el de "huella ecológica" que mide el impacto de las formas de vida de una comunidad humana (país, región...) sobre su entorno, teniendo en cuenta tanto los recursos consumidos como los residuos generados por la misma.


    Según sus propios autores, William Rees y Mathis Wackernagel, la huella ecológica es «el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un modo de vida específico de forma indefinida».

    El cálculo de la huella ecológica tiene en cuenta los siguientes aspectos:
    • La cantidad de hectáreas utilizadas para urbanizar, generar infraestructuras y centros de trabajo.
    • Las hectáreas necesarias para proporcionar el alimento vegetal consumido.
    • La superficie necesaria para pastos que alimenten al ganado.
    • La superficie marina necesaria para producir el pescado consumido.
    • Las hectáreas de bosque necesarias para asumir el CO2 que provoca nuestro consumo energético.
    Pero, pese a integrar estos aspectos, la huella ecológica no recoge por completo el impacto ambiental real de nuestras actividades, que es aún mayor,  porque:
    • No contabiliza algunos impactos como la contaminación del suelo, la erosión, la contaminación del agua o la contaminación atmosférica (a excepción del CO2).
    • Asume que las prácticas agrícolas, ganaderas o forestales son sostenibles, es decir, que la productividad del suelo no disminuye con el tiempo (obviamente, con el tiempo, la productividad del suelo disminuye a causa, entre otras, de los impactos anteriores: erosión, desertificación, contaminación...)
      Tareas de limpieza del "chapapote" en las costas gallegas tras el desastre del Prestige. Este impacto ambiental no se recoge en el cálculo de la huella ecológica. Foto: La nueva España (en el enlace puedes ver la galería completa de imágenes relativas a este desastre)

      Desde un punto de vista global, se estima en 1,8 ha la biocapacidad del planeta por cada habitante (es decir, si tuviéramos que repartir el terreno productivo de la tierra en partes iguales, a cada uno de los más de seis mil millones de habitantes le corresponderían 1,8 hectáreas para satisfacer todas sus necesidades durante un año).

      Sin embargo, según Global Footprint Network en 2005 el consumo medio por habitante y año fue de 2,7 hectáreas, por lo que estamos consumiendo más recursos y produciendo más residuos de los que el planeta puede generar y admitir.

      Lógicamente, no todos los habitantes del planeta provocan la misma huella ecológica.

      En los países desarrollados la huella ecológica es mucho mayor que en los países subdesarrollados (la huella ecológica de España según el informe anterior era de 5,7 ha/hab en 2005, cifra que situa nuestro país en el puesto número 12 del mundo), lo que significa que nuestras formas de vida no son ni generalizables ni sostenibles, ya que serían necesarios otros dos planetas además de éste para que los 6.000 millones de seres humanos actuales pudieran vivir todos ellos como vive un ciudadano español medio.

      Huella ecológica por países. La superficie de cada país es proporcional a su contribución a la huella ecológica global.
      Cartografía:© Copyright SASI Group (University of Sheffield) and Mark Newman (University of Michigan) en  WORLDMAPPER


      Enlaza aquí si quieres calcular tu huella ecológica de forma sencilla y aquí si quieres realizar un test más completo.

      martes, 20 de abril de 2010

      LOS CARTOGRAMAS

       Entre los diferentes tipos de mapas temáticos (de coropletas, de diagramas, de flujos, de isolíneas) que se utilizan en Geografía, por su originalidad y por lo impactantes que suelen resultar al presentar la información, destacan los mapas anamórficos o cartogramas.

      Un cartograma es una mapa que muestra la distribución territorial de un fenómeno modificando las superficies de forma proporcional a la intensidad del mismo, es decir, distorsionando las superficies reales.

       Cartograma sobre la población europea. Fuente: KALIPEDIA

      Tradicionalmente los cartogramas se han realizado reduciendo las unidades territoriales a figuras geométricas (polígonos) procurando que por su forma o situación los territorios reales resultasen reconocibles. Sin embargo, los nuevos programas informáticos permiten la distorsión de las superficies sin necesidad de reducirlas a polígonos.

      Cartograma sobre la densidad de población europea. Fuente: WIKIPEDIA

      Los cartogramas tienen la ventaja de que presentan la información de forma muy directa e impactante, y la desventaja de que, en ocasiones, debido a la distorsión de las superficies resulta muy difícil identificar un territorio concreto.

       Cartograma sobre la distribución de la población española en el que quedan patentes las ventajas (presentación muy directa e impactante de la información) y las desventajas de este tipo de mapas (dificultades de localizar un territorio concreto como Teruel). Fuente: © Copyright SASI Group (University of Sheffield) en http://www.worldmapper.org/index.html