lunes, 21 de marzo de 2011

LOS RECURSOS HÍDRICOS (II). RECURSOS HÍDRICOS CONVENCIONALES Y NO CONVENCIONALES

Los grupos humanos han concedido desde antiguo una gran importancia al aprovechamiento de los recursos hídricos naturales, es decir, del agua líquida disponible en el espacio que habitan. No en vano las grandes civilizaciones agrarias surgieron en valles fluviales con importantes recursos superficiales.

Una simple pértiga con una vasija en el extremo, debió de ser uno de los primeros procedimientos empleados para elevar agua. © LA VERDAD DIGITAL S.L.    En el monográfico Murcia y el agua puedes encontrar mucha información y un buen número de ilustraciones sobre los aprovechamientos tradicionales y modernos del agua en la región de Murcia.

Claro es que la disponibilidad total de agua en un territorio está relacionada no sólo con la mayor o menor abundancia natural del recurso sino con la capacidad de construcción de artilugios e infraestructuras de captación, elevación, almacenamiento y distribución del agua líquida, ya sea pluvial, superficial o subterránea, por parte de los grupos humanos que lo habitan.

Y, si bien existen muestras de estas construcciones e infraestructuras en civilizaciones muy alejadas en el espacio y en el tiempo, en España los ejemplos más representativos provienen de los romanos, verdaderos ingenieros hidráulicos, y de los árabes, que mediante un complejo sistema de canalizaciones, muchas de ellas todavía en uso, fueron capaces de extender las áreas de regadío en la semiárida mitad sur peninsular.

El acueducto de Segovia es una impresionante muestra de las capacidades técnicas aplicadas a la ingeniería hidráulica de los romanos, que, contra lo que se ha afirmado con frecuencia, conocían (y utilizaban) el principio de los vasos comunicantes, aunque no disponían de materiales capaces de aguantar la enorme presión que hubiese generado el volumen de agua transportado por un acueducto de canalizarse mediante una conducción subterránea.
Acequia de Aynadamar en Alfacar (Granada). Esta acequia, construida por los árabes en el siglo XI y todavía en uso, conducía el agua desde el manantial de Fuente Grande en Alfacar hasta el barrio del Albaicin en Granada. En la actualidad se ha perdido el tramo final y solo llega hasta la pedanía de El Fargue. FOTO de Javier Martín en Wikipedia

Hoy los usos del agua se han intensificado mucho, especialmente en los países más desarrollados, para atender las crecientes demandas de abastecimientos industriales y urbanos, ampliar las explotaciones y la producción agrarias basadas en el regadío intensivo, e incrementar la producción energética.

Cierto es, también, que la mayor disponibilidad tecnológica ha permitido crear mecanismos más sofisticados y acometer infraestructuras mayores y más complejas tanto en los cauces de los ríos como en la captación de recursos subterráneos, si bien a costa de impactos medioambientales y sociales cada vez mayores.

Presa de Aldeadávila (Salamanca) sobre el río Duero para aprovechamiento hidroeléctrico. La presa mide 139,5 metros de alto y 250 de ancho, lo que permite una capacidad de almacenamiento de 115 hectómetros cúbicos. FOTO: Sociedad Española de Presas y Embalses

Paralelamente, la necesidad de aumentar la disponibilidad de agua en territorios con escasez de  recursos hídricos naturales (llamados también recursos hídricos convencionales) o con dificultades para satisfacer una demanda creciente, en unos casos, y la mayor concienciación sobre la necesidad de racionalizar los usos del agua y de evitar la contaminación ambiental, en otros, han favorecido en algunas zonas la creciente importancia de los llamados recursos hídricos no convencionales: el agua marina desalada, el agua residual depurada y el agua fluvial procedente de trasvases entre cuencas.

Lógicamente, la importancia relativa de estos recursos no convencionales en el conjunto de los recursos hídricos utilizados varía enormemente de unos territorios a otros. En los lugares con recursos naturales abundantes y suficientes para garantizar la demanda, no se utilizan, y la depuración de aguas residuales responde más a criterios mediambientales que a la potencial reutilización del agua depurada.

Por el contrario, en los lugares en que los recursos convencionales son escasos, pero cuentan con la tecnología adecuada y la energía necesaria para obtenerlos, los recursos no convencionales han adquirido una importancia creciente.

Algunos de los pequeños estados del Golfo Pérsico como Kuwait o Dubái (en la foto), uno de los Emiratos Árabes Unidos, no cuentan con recursos hídricos naturales o convencionales y dependen por completo de la desalinización del agua de mar (y del aire acondicionado) para vivir en el desierto Arábigo. Una dependencia que, por su elevado coste energético, solo es posible gracias la abundancia de recursos petrolíferos con la que cuentan. FOTO de Jens Neumann y Edgar Rodtmann en National Geographic





En el caso de España, los últimos planes hidrológicos contemplan el uso de estos recursos no convencionales para aliviar las disfunciones entre las disponibilidades y demandas hídricas en algunas regiones mediterráneas, si bien lo hacen desde ópticas muy diferentes.

El Plan Hidrológico Nacional de 2001, aprobado durante el gobierno de José María Aznar (PP), tenía como proyecto principal el Trasvase del Ebro, que contemplaba unas transferencias de 1.050 hm3/año desde esta cuenca hasta Barcelona, al norte, y hacia Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería, al sur.

El proyecto más importante del Plan Hidrológico Nacional de 2001 era el Trasvase del Ebro. MAPA tomado de  http://www.uv.es/choliz/indicetrasvase.htm

El PHN de 2005, aprobado durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y que modifica el anterior, sustituye el trasvase del Ebro por el prograna A.G.U.A. (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua).

El programa A.G.U.A. pretende asegurar, en 2008 y en las provincias a las que iba destinado el trasvase del Ebro, unos recursos de 928 hm3/año, además de otros 135 para las provincias de Málaga y Girona. De estos 1.163 hm3/año totales, 448 hm3 procederán de las inversiones realizadas en mejoras en la gestión, ahorro, renovación y modernización de infraestructuras y reutilización de aguas depuradas, medidas que no se contemplaban en el PHN de 2001, mientras que los otros 715 hm3 restantes procederán de la desalación de agua marina, que se convierte en una importante fuente de recursos hídricos no convencionales en estas zonas del litoral mediterráneo, aprovechando su proximidad al mar.

El PHN vigente otorga una gran importancia a la desalación de agua marina en las provincias del mediterráneo para corregir las disfunciones entre oferta y demanda que padecen.

viernes, 18 de febrero de 2011

HUELLA ECOLÓGICA Y SOSTENIBILIDAD EN ESPAÑA

El pasado 15 de febrero de 2011 se aprobó en el Pleno del Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Economía Sostenible (LES).

Según el artículo de El País que recoge esta noticia, “Se trata de un amplio documento que engloba multitud de medidas en multitud de ámbitos y con el que el Gobierno pretende impulsar un cambio en el modelo económico de España para la próxima década, incidiendo en competitividad, sostenibilidad medioambiental, normalización de la construcción, innovación y formación profesional e impulso a los sectores emergentes”.

Una de las medidas que contempla la LES es el fomento de las energías renovables, un sector que plantea diferentes alternativas y tecnologías frente a la producción energética tradicional. FOTO: PLANTA TERMOSOLAR SOLUCAR PS10 con tecnología de torre. En http://www.flickr.com/photos/afloresm/1448540890/in/set-72157607143198165/

Sin embargo, la tramitación de la mayor parte de esta ley, que el año pasado fue presentada por el gobierno como un proyecto estrella, ha pasado sin pena ni gloria por el Congreso y por el Senado y apenas hubiera tenido trascendencia en la sociedad española de no ser porque en la misma se incluye la mal llamada Ley Sinde, que no es más que una disposición adicional (un añadido) en la Ley de Economía Sostenible, y que, por contemplar una serie de medidas contra la llamada piratería en internet, ha encendido los ánimos entre los internautas.

No deja de sorprender que una ley que hace de la sostenibilidad su principal objetivo, haya tenido tan escasa proyección social. 

Y es que, a tenor de las conclusiones del Análisis de la Huella Ecológica de España (2008) elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, nuestro modelo económico actual y nuestras formas de vida (consumo, ocupación del ocio, generación de residuos…) resultan cualquier cosa menos sostenibles, y la situación cualquier cosa menos tranquilizadora:

Según datos de este informe, la huella ecológica media de una persona en España  fue, en 2005, de 6,4 hectáreas de territorio productivo. Es decir, cada habitante de España requiere de 6,4 hectáreas de terreno productivo para satisfacer sus necesidades de consumo y absorber sus resíduos, que, comparadas con las 5,4 ha de 1995, arrojan un ritmo de crecimiento de 2,7 m2 diarios por persona en este periodo. 

La huella ecológica por habitante en España aumenta a un ritmo de 2,7 metros cuadrados por persona y día, o lo que es lo mismo, la huella ecológica total nacional aumenta a un ritmo de 12.000 campos de fútbol diarios. FOTO panorámica de Mestalla en WIKIPEDIA (un guiño a mi compañero y amigo Alex Amorós y a mi hijo Adrián, fervientes seguidores del Valencia C.F.)

Claro que estas cifras, en sí mismas, dicen bien poco. Para hacernos una  idea más ajustada de la verdadera dimensión de nuestra sostenibilidad (o insostenibilidad) debemos compararlas con nuestra biocapacidad (superficie de cultivos, pastos, bosques y mar productivos), es decir, con la superficie biológicamente productiva disponible, que en 2005 era de 2,4 hectáreas por habitante.

La biocapacidad o superficie productiva disponible en España, en 2007, era de 2,4 hectáreas por habitante. FOTO: Pastos de montaña en Tresviso. Autor: Laura Ortego en MeteoSal.com

Así,  en 2007, la huella ecológica superaba en 2,6 veces nuestra biocapacidad, con un déficit ecológico de 4 hectáreas por habitante. 

Dicho de otro modo, se necesitan casi 3 Españas para mantener el nivel de vida y población actuales.

FUENTE: Análisis de la Huella Ecológica de España (2008) . Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino

No obstante, nuestro  verdadero impacto ambiental es todavía mayor, ya que en el cálculo de la huella ecológica no se contabilizan algunos impactos como la contaminación (del suelo, de las aguas, atmosférica, excepto las emisiones de CO2), la erosión, la pérdida de diversidad o la afectación del paisaje. Ni se tienen en cuenta los impactos relativos a los usos del agua, salvo la superficie ocupada por infraestructuras hidráulicas, como los pantanos. 

Por otra parte, la percepción entre la población del impacto ambiental real de nuestras actividades económicas y nuestras formas de vida ha ido disminuyendo conforme han avanzado los procesos de urbanización, es decir, la concentración demográfica en núcleos urbanos cada vez más distantes de los espacios productivos en los que se satisfacen las necesidades o que deben absorber los residuos, y de globalización, que provoca que parte de nuestro impacto ambiental se produzca en terceros países. 

Aunque, los indicadores de huella ecológica y déficit ecológico deberían hacernos más perceptibles estos impactos y promover una reflexión acerca de nuestro modelo de desarrollo y nuestras formas de vida (y en última instancia un compromiso a favor de modelos más sostenibles).

Porque, como se afirmaba en un artículo de El País titulado El decrecimiento, "puede ser difícil de aceptar, pero desde el punto de vista ecológico no hay posibilidad alguna de mantener un planeta con recursos finitos basándonos en modelos de crecimiento ilimitado. No existe tierra cultivable suficiente para mantener una agricultura produccionista que alimente a las personas, alimente a la ganadería intensiva, y que -como nos explican ahora- genere la energía del futuro, los biocombustibles".

Viñeta de El Roto en el diario El País, 2007
Desafortunadamente, que las medidas hacia una mayor sostenibilidad contempladas en la Ley de Economía Sostenible hayan ocupado tan poco espacio en las agendas de nuestros políticos, no parece ser un buen síntoma de que esta necesaria reflexión vaya a producirse a corto plazo en la sociedad española.

viernes, 4 de febrero de 2011

LOS RECURSOS HÍDRICOS (I). LOS RECURSOS HÍDRICOS EN EL MUNDO

Antes de empezar a leer este artículo, te propongo un juego: Anota los lugares en los que podemos encontrar agua dulce en el Planeta, es decir, los depósitos naturales de agua dulce (al igual que los mares y océanos son depósitos naturales de agua salada).

Foto tomada de Fundación Antama

Repasemos ahora la lista:

Los reservorios naturales de agua dulce en cualquiera de sus estados (sólido, líquido o gaseoso) son: los ríos, los lagos, el agua subterránea, los glaciares (polares y alpinos), la humedad del suelo (que permite a las plantas sobrevivir cierto tiempo después de producirse las lluvias) y el vapor atmosférico.

Ibón de Literola (Huesca). Los ibones (ibón es un término aragonés) son lagos de origen glaciar del Pirineo aragonés y contienen agua de una extraordinaria calidad. En muchos casos son el origen de un río.  FOTO: Banco de Imágenes y Sonidos. Ministerio de Educación

Ahora bien, ¿qué porcentaje sobre el total representa el agua dulce  en un planeta llamado azul porque más del 70% de su superficie está ocupado por agua?

Imagen del Planeta obtenidas por satélites de la NASA en 2002

Kilómetro cúbico arriba o abajo, en torno al 97% del total del agua del Planeta es agua salada. Y solo entre un 2,5 y un 3% es agua dulce.

Distribución del agua terrestre. Imagen de uso libre elaborada con datos públicos del United States Geological Survey

De este escaso 3% de agua dulce, casi el 70%  se encuentra atrapada en forma de hielo en los glaciares polares y de montaña. Prácticamente la totalidad del agua restante es agua subterránea. Apenas el 1% es agua dulce superficial, incluyendo la que se encuentra  formando parte de la humedad del suelo y en forma de vapor atmosférico, que, por su estado, no puede ser directamente utilizada por el hombre.
 
Estos datos nos llevan a la conclusión de que el agua líquida disponible (es decir, susceptible de ser utilizada por el hombre) es de solo un 30,4% del agua dulce del planeta (7,6·10-5, o sea, menos de una cienmillonésima del agua total) y que, fundamentalmente, se trata de agua subterránea que requiere un mayor esfuerzo en su aprovechamiento que el agua superficial. Ello explica la enorme presión que el ser humano ejerce sobre las aguas superficiales para satisfacer un creciente uso de las mismas.

El conjunto de agua dulce líquida disponible, superficial y subterránea, se denomina con el término genérico de RECURSOS HÍDRICOS, y gracias al Ciclo Hidrológico constituyen un recurso renovable siempre que su consumo y contaminación no superen su capacidad de renovación o depuración.

El ciclo hidrológico hace del agua un recurso renovable, siempre que en su uso no se supere su capacidad de renovación o depuración.

Lógicamente, los recursos hídricos del Planeta no se distribuyen de forma homogénea.

Si consideramos que tanto las aguas superficiales como subterráneas proceden de la transformación en escorrentía de parte del agua precipitada (otra parte vuelve a la atmósfera en forma de vapor a causa de la evapotranspiración), la relación entre recursos hídricos y precipitaciones es evidente: Salvo los lugares (como el desierto del Sahara) en los que abundan los recursos subterráneos fósiles acumulados a lo largo de miles de años en condiciones climáticas diferentes a las actuales, las regiones con mayores recursos hídricos son aquellas que reciben más precipitaciones y lo hacen de forma más regular.

Cartograma de la distribución de los recursos hídricos en el mundo. Las regiones con mayores recursos hídricos son Sudamérica y Asia-Pacífico. © Copyright SASI Group (University of Sheffield) and Mark Newman (University of Michigan). Worldmapper

Claro que, aún más desigual es la demanda que los grupos humanos ejercen sobre estos recursos para uso doméstico, agrario, o industrial, existiendo enormes diferencias entre el llamado mundo desarrollado y los países en vías de desarrollo.

Así, mientras en los países desarrollados el consumo doméstico de agua por habitante es muy elevado, resultando algunos usos casi extravagantes (como lavar el coche o construir edificios con agua procedente de la red pública de agua potable de alta calidad), unos 1000 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable. Otros 2000 carecen de un saneamiento adecuado. Más de 2,5 millones de habitantes de los países en desarrollo, sobre todo niños, mueren cada año por enfermedades asociadas con la falta de agua potable, el saneamiento adecuado y la higiene. 

Cartograna sobre el consumo medio de agua para uso doméstico por habitante entre 1987 y 2003. El agua para uso doméstico incluye: agua para beber, agua usada para servicios públicos, establecimientos de servicios comerciales (como los hoteles), y viviendas. El promedio mundial es de 52 metros cúbicos cada año. Pero hay variaciones enormes en el uso de agua por persona. En Camboya, donde la mayoría de sus habitantes no tiene acceso al agua potable, se utilizó un promedio de 1,8 metros cúbicos por habitante. Los residentes de Australia utilizan un promedio anual de 487 metros cúbicos de agua, muchos de los cuales son empleados en regar sus céspedes y llenar sus piscinas. © Copyright SASI Group (University of Sheffield) and Mark Newman (University of Michigan). Worldmapper

También resultan enormes las diferencias en el consumo industrial, cuyo volumen dobla el del consumo doméstico. Casi un tercio del total es consumido por la industria de Estados Unidos, mientras que el consumo industrial en el África subsahariana y occidental es prácticamente inexistente y supone una trigésima parte del total mundial.

Cartograna sobre el consumo medio de agua para uso industrial por habitante entre 1987 y 2003. Las disparidades en el consumo industrial son enormes, correspondiendo los mayores consumos a los países del este de Europa, especializados en sectores industriales maduros, con instalaciones obsoletas y una legislación medioambiental menos exigente que en los países más industrializados, ocupando el primer lugar Bulgaria con 1303 metros cúbicos por habitante anuales. Estados Unidos tiene un consumo de 723 metros cúbicos por habitante, muy superior al de Francia y Alemania, con 389 y 388. Frente a ellos, países africanos como Tanzania, Mozambique y Uganda tienen un consumo industrial de 0,65 metros cúbicos por habitante y año.© Copyright SASI Group (University of Sheffield) and Mark Newman (University of Michigan). Worldmapper

Las desigualdades en el consumo agrario, que supera el 70% del consumo total de agua en el mundo no están tan relacionadas con el grado de desarrollo de cada país como con sus condiciones climáticas y el tipo de cultivo o de ganado dominante.

Lógicamente, en igualdad de condiciones, los países que consumen más agua para uso agrícola son aquellos que reciben menores y más irregulares precipitaciones y tienen unas temperaturas elevadas, ya que el regadío consiste en sustituir el año hidrológico natural por otro artificial más acorde con las necesidades de los cultivos, aportando más agua cuanto mayor es el estrés hídrico que estos sufren. Ello explica que los países mediterráneos europeos sean más consuntivos que sus vecinos atlánticos, más beneficiados por las lluvias y con temperaturas moderadas.

Cartograna sobre el consumo medio de agua para uso agrario por habitante.  Entre 1987 y 2003, se utilizaron una media de 2,4 trillones de metros cúbicos de agua para uso agrícola al año. El agua para uso agrícola incluye el agua de regadío y la de cría de ganado. Una gran parte del agua para uso agrícola se utiliza en los territorios asiáticos como la India, Pakistán, Nepal, China, Filipinas, Indonesia, Japón y Vietnam, especializados en el cultivo del arroz. © Copyright SASI Group (University of Sheffield) and Mark Newman (University of Michigan). Worldmapper

viernes, 21 de enero de 2011

RIESGOS NATURALES EN ESPAÑA: OLA DE FRÍO CON PRECIPITACIONES ESCASAS

Después de unas temperaturas anormalmente altas para el mes de enero, las previsiones apuntan a una ola de frío que afectará este fin de semana toda España, y, especialmente, la mitad este peninsular.

  • Sin Riesgo Sin Riesgo
  • Riesgo Riesgo
  • Riesgo Importante Riesgo Importante
  • Riesgo Extremo Riesgo Extremo
    Mapa de riesgo meteorológico por bajas temperaturas previsto para el día 22 de enero de 2011
Esta ola de frío se debe a la penetración desde el noreste (razón por la que afecta más a la mitad este peninsular) de aire Polar continental (Pc), muy frío y muy seco, por lo que no se esperan precipitaciones importantes. Solo en el litoral de Cataluña y en Baleares podría producirse alguna precipitación de escasa importancia y en forma de nieve, ya que al atravesar la lengua de aire fría el Mediterráneo occidental se carga con algo de humedad por la base.

Vamos a explicar esta entrada de aire frío y seco  utilizando la cartografía en altura o en superficie elaborada por diferentes modelos numéricos de predicción meteorológica, así como a través de las imágenes del satélite METEOSAT (accesibles en la AEMET).

Los mapas en altura reflejan como la Corriente en Chorro describe en su trayectoria una acentuada dorsal al oeste de las Islas Británicas (que es una penetración de aire cálido hacia el norte) y una profunda vaguada oblicua sobre el Golfo de Génova, que determina la penetración de aire frío hacia el suroeste de Europa y afecta al este peninsular.

Cartografía de la superficie de los 300 hPa (unos 9.000 metros) del modelo americano GFS, en la que se observa la acentuada dorsal al oeste de las Islas Británicas y la profunda vaguada oblicua sobre el Golfo de Génova que describe la Corriente en Chorro en su trayectoria.
Aún más evidente resultan la dorsal y  la vaguada con su penetración de aire frío del noreste en este mapa de la superficie de 500 hPa (5.500 m) realizada por Wetterzentrale, una importante página meteorológica alemana, según los datos numéricos del modelo británico UKMO. También resulta evidente la existencia de una DANA (Depresión aislada en niveles altos) o "Gota Fría"  al norte de las Islas Azores. Observa que la dorsal se corresponde con un potente anticiclón en superficie (las isobaras de superficie están dibujadas en blanco y el centro del anticiclón señalado con una H), mientras que la vaguada genera en su interior una borrasca, centrada sobre Córcega (en el mapa aparece marcada con una T).
La penetración de aire frío (en tonos azules) que determina la trayectoria oblicua de la Corriente en Chorro es perfectamente apreciable en este mapa de la superficie de los 500 hPa  previsto para el viernes, 21, a la misma hora que los anteriores, por el modelo Hirlam, que utiliza la AEMET.

El reflejo de esta situación cartografiada por los modelos numéricos es la imagen del satélite meteorológico Meteosat a las 18 h del viernes, 21 de enero.

Imagen del canal infrarrojo del Meteosat en la que se aprecia el reflejo de la vaguada de la Corriente en Chorro en forma de borrasca de doble frente cuyo centro se sitúa al este de las Islas Baleares. También  la DANA sobre las Azores se refleja como una borrasca de doble frente   (a la izquierda de la imagen). Por el contrario, la acentuada dorsal al oeste de las islas británicas se refleja como un potente anticiclón, que en la imagen se corresponde con el área despejada.
Esquematización de la imagen anterior

El giro antihorario de la borrasca y en sentido opuesto del anticiclón favorecen la penetración de aire siberiano desde el noreste, muy frío y muy seco en origen (ya que proviene del interior del continente), que se va cargando de algo de humedad al atravesar el Mediterráneo noroccidental y el Golfo de Vizcaya, pudiendo provocar precipitaciones escasas y en forma de nieve en las zonas próximas a la costa al coincidir esta escasa humedad con las bajas temperaturas.

lunes, 3 de enero de 2011

LA PROBLEMÁTICA MEDIOAMBIENTAL EN ESPAÑA

Los problemas medioambientales de mayor importancia en España tienen un doble origen:
  • Por un lado, en los riesgos naturales que amenazan a las personas y sus bienes, especialmente los riesgos meteorológicos o atmosféricos como la sequía, las lluvias torrenciales, las olas de calor o frío, los temporales de viento...
  •  Por otro, en los problemas asociados a la actividad humana y que ocasionan procesos de degradación de la naturaleza (hasta el punto de que, en algunos casos y en contraposición a los anteriores, se habla de riesgos tecnológicos). Entre estos problemas destacan la desertificación, la erosión y pérdida de suelo, la reducción de la biodiversidad, los incendios forestales (de los que solo un 5% tiene un origen natural), la contaminación ambiental y la generación de residuos. 
Paisaje acarcavado en Granada. Uno de los problemas medioambientales más preocupante en España es la pérdida de suelo por EROSIÓN, favorecida por las lluvias torrenciales tan características del clima mediterráneo y por las pendientes. Más de 13 millones de Ha están sufriendo procesos erosivos muy graves en las zonas de Granada y Almería, así como, en menor medida, en Murcia y Alicante. 
FOTO: Ángel García Luque
    Estos problemas medioambientales se han intensificado en el último siglo, en consonancia con el desarrollo económico del país, la creciente capacidad de transformación del medio gracias a la mayor disponibilidad tecnológica y la progresiva ocupación e intensificación en los usos del suelo, lo que Jorge Olcina, catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante, denomina "la artificialización del suelo"

    Vertido de lodos tóxicos sobre el río Guadiamar en Aznalcóllar (Sevilla) en 1998 por la rotura de una balsa de almacenamiento propiedad de la empresa  minera Boliden.
    La contaminación ambiental en cualquiera de sus formas constituye hoy uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad actual. FOTO: La telaraña.

    En el siguiente enlace puedes ver una galería de imágenes elaborada con motivo del décimo aniversario de esta catástrofe por el diario El País.

    En este sentido, en la degradación del entorno ha sido especialmente negativo el modelo depredador de desarrollo urbanístico, en gran parte responsable de la actual crisis económica en España, y que alcanzó su máxima expresión en los últimos veinte años, especialmente en las zonas costeras y las periferias urbanas.

    Macrourbanización en torno a un campo de golf en Murcia. El vertiginos proceso de urbanización que ha experimentado España en los últimos años ha constituido la locomotora de un modelo de desarrollo descontrolado y despilfarrador de recursos como el suelo, el agua o la energía y principal responsable de la degradación medioambiental en muchas zonas. La actual crisis de este modelo de desarrollo fundamentado en la construcción debería fomentar una reflexión en torno al mismo y un cambio de orientación económica hacia actividades menos especulativas y más sostenibles. 
    FOTO: Jorge Tutor

    Algunos especialistas creen que gran parte de estos problemas medioambientales se agravarán en los próximos años como consecuencia del cambio climático provocado por la emision de gases de efecto invernadero que favorecen la acumulación de calor en las capas más bajas de la atmósfera.

    Y, si bien se puede argumentar que hoy por hoy el cambio climático es todavía una hipótesis, sus defensores cuentan a su favor con un hecho incontestable: la superficie de la tierra es en la actualidad más cálida que hace 30 años, lo que lleva asociado otro fenómeno: la reducción de la cobertera de hielo y el aumento del nivel del mar.

    Y, aunque las consecuencias de este cambio climático difieren de unos modelos climáticos a otros y las predicciones con exactitud son imposibles a largo plazo, como demostró Lorenz con su "efecto mariposa", la mayor parte de estos modelos indica que en España se incrementará la irregularidad y el carácter extremo del clima, con lo que la frecuencia de aparición de peligros atmosféricos extremos (sequías, olas de calor, precipitaciones tormentosas...) será mayor.

    Aunque los modelos climáticos de predicción a largo plazo contemplan escenarios muy distintos en función de ligeros cambios en las variables introducidas, muchos de ellos coinciden en el aumento de la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos en España.

    En este enlace puedes consultar un resumen sobre las conclusiones de 17 expertos españoles sobre el cambio climático.

    Claro que los efectos de estos problemas serán más o menos preocupantes en función de las estrategias de prevención de riesgos y de las políticas medioambientales que se adopten.

    lunes, 27 de diciembre de 2010

    CATÁSTROFES, DESASTRES Y RIESGOS NATURALES EN ESPAÑA

    El creciente interés de la opinión pública por los efectos de los fenómenos naturales extremos y la posibilidad de contar con información en tiempo real sobre episodios ocurridos en diferentes partes del mundo (como el Tsunami de 2004 en Indonesia, los terremotos en Haiti o Chile en 2010, las inundaciones en Centroeuropa o Andalucía en este mismo año o el temporal de frío y nieve que afecta la mayor parte de Europa en estos momentos), han popularizado enormemente términos como catástrofe, desastre y riesgo natural, que frecuentemente se utilizan como sinónimos.

    La información en tiempo real sobre desastres naturales ocurridos en partes muy lejanas del mundo, como el terremoto registrado el 12 de enero de 2010 en Haiti, favorece el interés de la opinión pública sobre estos temas y fomenta la solidaridad hacia las víctimas y la convicción de que gran parte de las consecuencias de estos fenómenos son evitables. FOTO: United Nations Development Programme

    Si bien se trata de términos con un significado amplio, en principio, catástrofe hace referencia a un suceso que causa alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente ocasionadas por  fenómenos naturales extremos o que superan el límite de normalidad como los terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, olas de frío o de calor, etc.

    Un desastre es el grado superior de una catástrofe y supone enormes pérdidas humanas y materiales que desbordan la capacidad de respuesta del territorio y la sociedad que lo sufre, haciendo absolutamente necesaria la ayuda externa. 

    Los términos catástrofe y desastre natural hacen referencia, pués, a los efectos de un fenómeno natural extremo sobre los grupos humanos que ocupan un territorio y sobre sus actividades económicas. Un tornado en medio del desierto no provoca ninguna catástrofe.

    Pérdidas materiales por terremotos e inundaciones en España en el periodo 1987-2001/2002. FUENTE: Consorcio de Compensación de Seguros


    El calificativo "natural" esconde, así, el hecho de que, en la mayor parte de los casos, estos episodios son el resultado tanto de un fenomeno natural extremo como de una inadecuada relación del hombre con el medio: por ejemplo, la construcción en  zonas inundables aumenta el riesgo de inundación por lluvias torrenciales y magnifica las consecuencias económicas y sociales de las mismas.

    Ello nos acerca al concepto de riesgo natural, que es la probabilidad de que un grupo social se pueda ver afectado por un peligro natural extremo.

    Resumiendo: Un riesgo natural se puede definir como la posibilidad de que un territorio y la sociedad que lo habita pueda verse afectado por un fenómeno natural de rango extraordinario. La catástrofe es el efecto perturbador que provoca sobre un territorio un episodio natural extraordinario y que a menudo supone la pérdida de vidas humanas. Si las consecuencias de dicho episodio natural alcanzan una magnitud tal que ese territorio necesita ayuda externa en alto grado, se habla de desastre (Francisco Javier Ayala-Carcedo y Jorge Olcina Cantos).

    Terrenos secos que normalmente cubre el embalse de Yesa a la altura de Tiermas (Zaragoza) en verano de 2005. En un país cuya mayor parte del territorio recibe unas precipitaciones escasas e irregulares, la sequía es una amenaza constante y exige una buena gestión de los recursos hídricos disponibles y una concienciación del consumidor sobre el uso racional del agua. FOTO: Diario de Navarra

    España es uno de los países de Europa más vulnerable a los peligros de la naturaleza por sus características geomorfológicas y climáticas.

    Los riesgos naturales más importantes que nos afectan son:


    RIESGOS DE ORIGEN GEOLÓGICO Y GEOMORFOLÓGICO
    • Terremotos
    • Vulcanismo
    • Deslizamientos y desprendimientos
    RIESGOS DE ORIGEN ATMOSFÉRICO O CLIMÁTICO
    • Sequías
    • Inundaciones
    • Olas de frío
    • Olas de calor
    • Otros (temporales de viento, tormentas de granizo)

      viernes, 3 de diciembre de 2010

      RIESGOS NATURALES EN ESPAÑA: OLA DE FRÍO CON NEVADAS EN EL NORTE

      Un total de 24 provincias de nueve comunidades españolas están hoy en alerta por nieve y temperaturas mínimas, que podrán caer hasta los -9ºC en varias provincias del norte del país, según la AEMET.

      • Sin Riesgo Sin Riesgo
      • Riesgo Riesgo
      • Riesgo Importante Riesgo Importante
      • Riesgo Extremo Riesgo Extremo
        Mapa de riesgo meteorológico entre las 22,20 h. del día 2  y las 24 h. del  día 3 de diciembre
      Imagen del temporal de nieve en el norte. Un grupo de caballos bajo la nieve en León. FOTO: El País
      Este temporal de frío y nieve, que constituye un tipo de riesgo meteorológico, se debe a la penetración desde el norte de aire Ártico marítimo (Am), razón por la que afecta más a la mitad norte peninsular, especialmente a Galicia y la cornisa cantábrica.

      La explicación a esta entrada de aire frío y húmedo se puede realizar utilizando la cartografía en altura o en superficie elaborada por los diferentes modelos numéricos de predicción meteorológica, así como a través de las imágenes del satélite METEOSAT (accesibles en la AEMET).

      Los mapas en altura reflejan una profunda vaguada de la Corriente en Chorro sobre la Península Ibérica, que determina una penetración de aire frío hacia el sur.

      Cartografía de la superficie de los 300 hPa (unos 9.000 metros) del modelo americano GFS, en la que se observa la profunda vaguada sobre la Península que describe la Corriente en Chorro en su trayectoria
      Aún más evidente resulta la vaguada en este mapa de la superficie de 500 hPa (5.500 m) realizada por el Servicio Meteorológico Alemán (DWD). También resulta evidente la existencia de una DANA (Depresión aislada en niveles altos) o "Gota Fría"  al oeste de las Islas Azores.
      La penetración de aire frío (en tonos azules) que determina la trayectoria de la Corriente en Chorro es perfectamente apreciable en este mapa de la superficie de los 500 hPa  realizado por el modelo Hirlam, que utiliza la AEMET.

      El reflejo de esta vaguada (dado que la Corriente en Chorro genera bajas presiones a la derecha de su trayectoria) es la fomación de una borrasca de doble frente en su interior, que resulta perfectamente apreciable en las imágenes del satélite meteorológico Meteosat a la misma hora que los mapas anteriores.

      Imagen del canal infrarrojo del Meteosat en la que se aprecia el reflejo de la vaguada de la Corriente en Chorro en forma de borrasca de doble frente cuyo centro se situa en el noroeste Peninsular.
      Esquematización de la borrasca anterior

      El giro ciclónico (antihorario) de la borrasca favorece la penetración de aire frío desde el norte, muy frío en origen y que se va cargando de humedad conforme avanza hacia el sur por el Atlántico.

      Estas características del aire Ártico martímo (Am) explican tanto el descenso de las temperaturas como las precipitaciones en forma de nieve que afectan en mayor medida a la zona norte del país, ya que van disminuyendo conforme el frente frío de la borrasca va barriendo la Península perdiendo actividad.

      lunes, 29 de noviembre de 2010

      DE LA CICLOGÉNESIS A LA CICLOLISIS: EVOLUCIÓN DE UNA BORRASCA DE DOBLE FRENTE

      Imagen satelital de una borrasca de doble frente situada en la Depresión de Islandia el día 4 de septiembre de 2003. FOTO: Wikipedia
      La Depresión de Islandia es una región  del Atlántico Norte, entre Islandia y Groenlandia, en la que de forma casi permanente la presión atmosférica es baja debido a la frecuencia con la que las borrascas dinámicas del Frente Polar ocupan la zona en su desplazamiento hacia el este.
      Aunque el término se utiliza de forma genérica para referirse a estas condiciones atmosféricas habituales de baja presión, cualquier borrasca que ocupe esta posición en un momento concreto puede nombrarse como "Depresión de Islandia" o "Borrasca de Islandia".
      En la Península Ibérica, los frentes del ciclón islandés afectan fundamentalmente al norte y noroeste, especialmente en invierno, introduciendo aire polar marítimo (Pm) y provocando precipitaciones abundantes.

      Se llama Ciclogénesis el proceso meteorológico que genera un ciclón.

      Un ciclón (término genérico que incluye cualquier sistema de bajas presiones como huracanes, tornados, tifones, borrascas, medicanes, etc) es un área de bajas presiones en la que el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el Hemisferio Norte (y de forma inversa en el Hemisferio Sur).

      Dado que la generación de los diferentes ciclones se realiza por procesos distintos, la palabra ciclogéneis es un término genérico que los engloba a todos, siendo el resultado de cualquiera de ellos la formación de algún tipo de ciclón.

       Aquí nos vamos a centrar en la ciclogénesis de los ciclones extratropicales que surgen en las ondulaciones del Frente Polar, llamados borrascas ondulatorias, borrascas de doble frente o, en Europa, borrascas atlánticas.

      Todas estas borrascas o ciclones de origen dinámico, que tienen una gran influencia en las condiciones climáticas de las latitudes medias, sufren una ciclogénesis para su formación y desarrollo, obteniendo la energía necesaria del choque entre las masas de aire polar y tropical y de la dinámica de la Corriente en Chorro, que genera dichas depresiones a la derecha de su trayectoria.

      Estas borrascas van evolucionando, mientras se desplazan hacia el este a lo largo del Frente Polar, hasta su desactivación, es decir, hasta la ciclolisis o disolución de la borrasca.


      En síntesis, la borrascas atlánticas del Frente Polar pasan por las siguientes etapas desde su formación hasta su disolución:
      1. FASE DE FORMACIÓN: El frente polar comienza a ondularse debido al empuje del aire polar, frío y seco, hacia el sur. Se inicia la formación de una onda frontal (que va cerrándose progresivamente sobre si misma) con dos segmentos, uno cálido, por delante, y otro frío, detrás.
      2. FASE DE DESARROLLO: En el punto de unión de los dos frentes se forma una borrasca o centro de bajas presiones hacia el que converge el viento. A lo largo de ambos frentes se producen precipitaciones, que son más intensas en el frente frío y de menor intesidad horaria pero más persistentes en el frente cálido. En esta primera fase, la presión en superficie va descendiendo progresivamente. Si este descenso es muy rápido (cuando el mínimo depresionario baja 18 hPa en menos de 24 horas) y se genera una borrasca muy profunda (y, por tanto, con vientos muy violentos) en cuestión de pocas horas, se habla de una CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA.
      3. FASE DE OCLUSIÓN: El frente frío, que avanza más rápido, alcanza al frente cálido provocando la oclusión (el aislamiento) y la elevación del aire caliente.
      4. FASE DE DISOLUCIÓN: La borrasca se debilita cuando llega a la oclusión y comienza a restaurarse el frente polar. 

      Borrasca muy activa en pleno desarrollo cuyo frente cálido barre la península de norte a sur el día de hoy (29 de noviembre de 2010, a las 13,00 h) dejando precipitaciones suaves y persistentes (abajo, precipitación detectada por el radar meteorológico), mientras que el frente frío afecta a las Islas Canarias provocando chubascos de fuerte intensidad horaria.


      Esquematización de la borrasca anterior

        Borrasca de doble frente, afectando la Península, en el inicio de su fase de oclusión
        Esquematización de la borrasca anterior